El envejecimiento celular y la diabetes

Una nueva investigación demuestra que un programa celular que causa el envejecimiento, también puede traer beneficios inesperados en la función de las células betas pancreáticas y la producción de insulina.

El estudio fue realizado por el Dr. Ronny Helman, de la Universidad Hebrea de Jerusalem, bajo la dirección del Dr. Ittai Ben-Porath y el Prof.Yuval Dor, en colaboración con científicos de Canadá y Estados Unidos.

Los investigadores examinaron la actividad de un gen llamado p16, que se conoce como el componente activo de la senescencia de las células. La senescencia es el programa de envejecimiento que impide la división celular y por lo tanto es importante para prevenir el cáncer. La actividad del gen p16 aumenta en los humanos durante el envejecimiento celular y limita su potencial para dividir. Cuando las células pierden la capacidad de dividirse el cuerpo está más expuesto a enfermedades como la diabetes, ya que las células beta son las responsables de la secreción de insulina cuando los niveles de glucosa en sangre son altos.

Para su sorpresa, los investigadores descubrieron que durante el envejecimiento normal, el p16 y la senescencia celular mejoran la función primaria de las células beta: la secreción de insulina al estímulo de glucosa. Debido a que la secreción de insulina aumenta durante el envejecimiento normal de los ratones y es canalizada por los niveles altos de p16, algunas de estas células comienzan a funcionar mejor.

Además, los investigadores encontraron que la activación de p16 y la senescencia de las células beta mejoran la secreción de insulina en los ratones con diabetes, revertiendo en parte la enfermedad para mejorar la salud. Experimentos similares realizados en células humanas, sugieren que mejora la senescencia inducida por la secreción de insulina

Los resultados brindan una nueva forma de ver la vejez a nivel celular ya que lo que comúnmente conocemos como envejecimiento es realmente un proceso de maduración que responde a las necesidades del cuerpo y en el caso de la senescencia mejorando el funcionamiento celular. El descubrimiento que la senescencia regula la secreción de insulina puede tener amplias implicaciones para el tratamiento de la diabetes.

Células beta humanas cultivadas (azul).
Las células de derecha
fueron inducidas a senescencia,
haciéndolas secretar más insulina,
teñido en rojo.
(Foto: Dr. Ronny Helman)