Los consumidores de alimentos regados con aguas tratadas están expuestos a algunos fármacos tóxicos.

Investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalem y el Centro Médico Hadassah muestran el vínculo entre estar expuestos a fármacos tóxicos y el consumo de productos frescos regados con aguas tratadas.

Un nuevo estudio señala que los consumidores de frutas y verduras cosechadas en suelos regados con aguas tratadas están expuestos a pequeñas cantidades de carbamazepina, que es un fármaco anticonvulsivo que se encuentra comúnmente en aguas residuales.

La escasez de agua fresca en el mundo nos ha llevado a usar las aguas residuales como una fuente alternativa de riego. Sin embargo, la presencia de fármacos en las aguas tratadas trae consigo una gran preocupación acerca de la toxicidad de las mismas.

“Israel es pionero y líder mundial en el reuso de agua en la agricultura, por lo que brinda una buena plataforma para realizar el estudio” dijo el profesor Benny Chefetz de la Facultad de Agricultura, Alimentos y Medio Ambiente de la UHJ. Este estudio es el primero en abordar la exposición de humanos sanos a fármacos contaminantes.

El estudio siguió a 34 hombres y mujeres divididos en dos grupos. Al primer grupo se le dio alimentos regados con aguas tratadas la primera semana y vegetales regados con agua fresca la segunda. El segundo grupo consumió los alimentos en el orden contrario.

Los investigadores midieron los niveles de carbamazepina en los productos frescos y en la orina de los participantes. Desde el principio, los niveles de carbamazepina de cada participante eran diferentes. Después de siete días de consumir productos regados con aguas tratadas, todos los miembros del primer grupo exhibieron niveles de carbamazepina notablemente más altos que el segundo.

“Los alimentos regados con agua tratada exhibieron niveles más altos de carbamazepina que los regados con agua natural” dijo el profesor Paltiel.

“Este estudio demuestra una “prueba de concepto” que la exposición de los humanos a los fármacos ocurre a través de alimentos comerciales regados con aguas tratadas. Estos resultados pueden ayudar a crear mejores políticas alimenticias y evaluaciones de riesgo” comentó el Profesor Chefetz