¿Le gustaría un poco de agua pesada con su café?

Investigadores de la Universidad Hebrea descifran el dulce sabor del agua pesada.

Fuente: Universidad Hebrea de Jerusalem

Un enigma sin resolver desde hace mucho tiempo se refiere al sabor del agua pesada. El agua normal no tiene un sabor distintivo, pero los rumores indican que el agua pesada tiene un sabor dulce. ¿Por qué es así si el agua pesada, D2O, es prácticamente idéntica al agua ordinaria, H2O?

Un equipo de científicos, dirigido por Masha Niv del Instituto de Bioquímica, Ciencias de los Alimentos y Nutrición de la Universidad Hebrea de Jerusalén y Pavel Jungwirth de la Academia de Ciencias Checa, encontró respuestas a estas preguntas utilizando experimentos basados ​​en células, sujetos humanos, modelos de ratones y moléculas simulaciones dinámicas. Su investigación fue publicada en Communications Biology. Descubrieron que el agua pesada tiene un sabor dulce para los humanos pero no para los ratones, y este “sabor” está mediado por el receptor de sabor dulce de los humanos.

El agua pesada difiere ligeramente del agua normal. Se le llama “pesado” debido al 10% de densidad adicional que tiene en comparación con el hidrógeno. También se congela y hierve a temperaturas ligeramente más altas que el agua normal. ¿Cómo contribuyen estas pequeñas diferencias fisicoquímicas a tal diferencia en el gusto?

Para responder a esta pregunta, el equipo realizó pruebas de sabor de agua pesada con personas y ratones. Los participantes recibieron 3 muestras de agua: dos eran agua corriente y la tercera era agua pesada. Se les pidió que olieran el agua, luego probaran el agua mientras sus narices estaban cerradas con pinzas y, finalmente, que bebieran agua sin pinzas nasales.

Los resultados: el agua pesada se puede distinguir del agua normal basándose únicamente en el sabor. Además, el agua pesada tenía un sabor más dulce que el agua corriente para los humanos, pero no para los roedores. Cuando los investigadores agregaron lactisol, que inhibe el receptor de sabor dulce T1R2 / T1R3, a la muestra de agua pesada, disminuyó el sabor dulce para los humanos y bloqueó la activación del receptor de sabor dulce a nivel celular. Esto demostró a los investigadores que el receptor de sabor dulce T1R2 / T1R3, que es activado por azúcares y edulcorantes artificiales, también es activado por agua pesada.

Si bien no encontrará una botella de agua pesada cerca de la leche de canela y almendras en su Starbucks local en el corto plazo, “una mejor comprensión de nuestros receptores de sabor dulce puede conducir a nuevas formas de provocar una sensación dulce, sin el azúcar agregada”, compartió Niv.

Estos hallazgos también pueden tener implicaciones futuras en el campo médico. El hecho de que el agua pesada provoque respuestas de nuestros receptores de sabor dulce es significativo, ya que esos receptores no solo se encuentran en nuestra lengua, sino también en otros tejidos. Además, añadió Niv, “nuestro receptor de sabor dulce pertenece a una familia muy importante de receptores llamados GPCR. Los GPCR son importantes dianas farmacológicas y un conocimiento más profundo de sus mecanismos de activación puede profundizar nuestra comprensión de esta útil familia de proteínas ”.