22ª Escuela de Ciencias de la Vida
26 de Septiembre de 2014, Ciudad Universitaria, México D.F.
A los Amigos Mexicanos de la Universidad Hebrea de Jerusalén
Al Grupo Financiero BANORTE,
Presente
Las siguientes lineas contienen mi opinión sobre el XX Curso Internacional de la Escuela de Ciencias de la Vida de la Universidad Hebrea de Jerusalén, “Frontiers in Neuroscience” al que pude asistir gracias al generoso apoyo de los Amigos Mexicanos de la Universidad Hebrea de Jerusalén y el Grupo Financiero BANORTE.
El curso reunioó una serie de investigadores de muy alto nivel de varias universidades de Israel y otros de universidades de los Estados Unidos. Aunque todos los profesores fueron expertos en su área de estudio, el curso mantuvo un balance invitando investigadores jóvenes, quienes están comenzando su trayectoria independiente, junto con veteranos, que llevan una larga trayectoria en su área.
Las presentaciones fueron desde niveles bioquímicos y biofísicos muy particulares, como la dilucidación de estructuras de los canales iónicos que controlan los cambios rápidos de voltaje y permiten la propagación de señales neuronales (la esencia de la comunicación de las células y del funcionamiento del sistema nervioso), hasta la descripción de las redes genéticas y estructurales que regulan la conducta.
Uno de los temas más impactantes del curso fue la descripción y ejemplificación de como ligar las redes neurales con el comportamiento mediante la una nueva y prometedora metodología llamada optogenética. La optogenética se basa en una concepción sencilla, pero que reúne aspectos tecnologicos desarrollados en la última década. Primero, se crean unos virus capaces de infectar grupos neuronales. Estos virus insertan en los genómas de las neuronas unos genes preconstruidos que tienen una sección promotora (una secuencia en el gen que hace que el gen se exprese) que esta unida a una proteína fotosensible. Al ser expuestas a la luz, estos genes se encienden y activan la expresión genética de la neurona, lo cual enciende una red que termina en un potencial de acción (es decir, la neurona manda una señal al ser estimulada con luz). Los investigadores son capaces de encender estas neuronas mediante la inserción de fibra óptica, que conduce la luz sin perdida por difusión, hasta el grupo de neuronas deseado. De esta manera, han logrado dilucidar circuitos genéticos y neuronales que regulan conductas sencillas, como las conductas de apareamiento y alimentación en las moscas y los ratones, así como cirucuiteria neuronal candidata para controlar la anhedonia, una de los rasgos conductuales más comunes de la depresión.
Aunque las charlas seguían preguntas de investigación básica, la mayoría de ellas intentaba ligar el conocimiento adquirido con un marco de salud. Esto no les resulto difícil ya que existen múltiples trastornos del sistema nervioso que se beneficiarían de mayor conocimiento y nuevos fármacos. Entre los avances médicos que se presentaron están mejores drogas analgésicas, propuestas para drogas que previenen o retardan la neurodegeneración y ayudan a tratar depresión.
La mayoría de los asistentes al curso fueron alumnos de postgrado de universidades de Israel. El curso contuvo varios ventanas de tiempo entre charlas (que contenían mucha información y eran de 1hr) para discutir entre los asistentes. Ahí conocí a varios estudiantes con quienes converse sobre sus proyectos de investigación y sobre el mío. El nivel intelectual de los asistentes fue también excelente. Encontré varios estudiantes con los que compartía y pasamos bastante tiempo platicando, incluso después del curso, sobre intereses mutuos, posibles colaboraciones y su perspectiva de México y mi perspectiva de Israel.
Creo que oportunidades son esenciales para la formación de un investigador. La primera razón es que al ser un curso, permite el aprendizaje de temas complejos con muchísimo detalle y directamente de los expertos – sin filtros ni interpretaciones. Esto hace que el conocimiento sea extremadamente fresco (muchos de los resultados y experimentos presentados no estaban publicados aún!) lo cual lo hace verdaderamente de frontera. La segunda razón es que hace presente el alto nivel al que debemos aspirar los investigadores mexicanos si es que queremos colocarnos en el escenario internacional. Todos, sin excepción, demostraron ser grandes presentadores, una claridad excelente y un dominio total en su área, colocando la barra muy alta. La tercera razón es el beneficio de la convivencia. Entre muchos de los presentadores, se encuentran leyendas que han escrito los libros de texto sobre el tema. Y al convivir con ellos, se muestran modestos, amables y con gran capacidad de escuchar y paciencia para explicar. Cuando en cercana convivencia comentan sobre las dificultades que han tenido para publicar, los experimentos fallidos y las pistas falsas que persiguieron durante años, nos dan esperanza a los que vamos empezando. Nos inspiran al mostrarnos que lo que distingue un buen científico es la capacidad de mantener un espíritu curioso y no rendirse ante la constante frustración.
Una vez mas, quisiera agradecer a los Amigos Mexicanos de la Universidad Hebrea de Jerusalén y el Grupo Financiero BANORTE por esta gran oportunidad. Estoy seguro de que haber participado en el curso, haber escuchado ponencias de tan alta calidad y haber conocido algo sobre la historia y actualidad de Israel serán experiencias que dejaran huella en mi formación personal y profesional.
Un cordial saludo,
Marcos Rosetti
Investigador Postdoctoral
Instituto de Investigaciones Biomédicas