La bacteria E. Coli sobrevive jugando a las escondidillas
Investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalem dicen que “El estudio de las bacterias predadoras y sus presas puede generar nuevas alternativas para curar enfermedades virales”
La mayoría de las bacterias que pueden causar enfermedades son eliminadas por el sistema inmune. Las que logran escapar del sistema inmune se pueden eliminar con antibióticos. Pero aún quedan bacterias que se han vuelto cada vez más resistentes a los antibióticos.
Bdellovibrio bacteriovorus es una bacteria predadora que mata de manera eficiente a las bacterias Gram-negativas como la bacterìa E. Coli. Estas están presentes en el aceite y en las tripas humanas donde existen ecosistemas complejos de bacterias.
Estas bacterias predadoras entran a su presa y se la devoran desde adentro mientras se dividen en cuatro o seis bacterias sucesoras. Ahí las bacterias abren a su presa y siguen buscando a la siguiente bacteria bacteriovorus. Además de ser un predador eficiente es muy rápido a pesar de medir menos de un micrómetro. Estas bacterias pueden alcanzar hasta una velocidad de 160 micrometros por segundo, siendo el nadador más rápido del mundo.
“Saber acerca de los mecanismos de defensa y ataque de las bacterias es esencial para desarrollo de medicamentos alternos a los antibióticos” comentó el Dr. Daniel Koster del departamento de Ecología, evolución y comportamiento en la UHJ “La bacteria B. bacteriovorus mata bacterias con un mecanismo diferente al de los antibióticos clásicos, por lo que las bacterias predadoras podrán remplazar a los antibióticos en un futuro” dijó Koster
Para entender cómo E. Coli es capaz de sobrevivir la presencia de un predador tan eficiente, los investigadores crearon dos ambientes artificiales diferentes para la bacteria. El primero simulaba aceite a micro escala que consistía de 85 compartimientos, cada uno de 100x100x15 micrómetros y unidos por canales angostos. El segundo ambiente era un espacio abierto de tamaño similar pero sin canales ni divisiones.
El equipo de investigadores publicaron los resultados en el diario “Proceedings of the Royal Society”. Donde explicaron que en el ambiente abierto la bacteria E Coli no pudo sobrevivir. La mayor parte de la población fue eliminada durante las primeras horas. Por el otro lado, se logró mantener una población de bacterias sanas en el ambiente con pequeños compartimientos.
Koster explicó como E. Coli pudo sobrevivir en un ambiente fragmentado “Parece que grupos de E. coli se esconden en muchas esquinas del ambiente fragmentado, donde se adhieren unas con otras creando una capa protectora de células. Nuestros resultados proporcionan información relevante ya que en ambientes naturales como las tripas humanas las bacterias también viven en espacios fragmentados.
Todavía no se sabe bien como la bacteria E. coli se puede defender de predadores, sin embargo, esta investigación nos ayuda a entender el comportamiento de la bacteria predadora que en el futuro se convertiría en una alternativa a los antibióticos
“En un futuro la bacteria predadora podrá ser genéticamente modificada para atacar específicamente a bacterias dañinas sin tocar a las bacterías benignas. Las bacterias B. bacteriovorus podrán ser más selectivas que los antibióticos que se usan actualmente y podrán eliminar a las bacterias malignas sin destruir la flora de las tripas que es esencial para la salud humana”
Esta investigación fue apoyada con fondos del Centro Minerva para el movimiento de Ecología y el decano de la facultad de ciencias de la UHJ.