A finales de junio y principios de julio se llevó a cabo la 28a Escuela en Teoría Económica del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad Hebrea de Jerusalén (UHJ), evento del cual fui partícipe gracias al apoyo brindado por los Amigos Mexicanos de la Universidad Hebrea de Jerusalén (AMUHJ). Este año la Escuela de Verano, llevada a cabo del 27 de junio al 6 de julio, presentó como tema principal el Diseño de Mecanismos, invitando a grandes investigadores del mundo dedicados a este tema, como lo son Ariel Rubinstein, Eddie Dekel, Ben Brooks, Vasiliki Skerta, Stephen Morris, Sergiu Hart, Jakub Kastl y Tim Roughgarden, entre otros.

La Escuela de Teoría Económica es de alta calidad internacional, ya que cuenta con el apoyo y presencia de profesores de las universidades más reconocidas del mundo en el área de economía, como lo son: Princeton, Harvard, New York, Stanford, London School of Economics, e incluso la UHJ y la Universidad de Tel-Aviv. Además, permite que estudiantes de doctorado de estas mismas instituciones, y muchas otras, compartan sus inquietudes académicas entre ellos y con los mismos profesores expositores.

El ambiente que se respira durante la escuela es totalmente casual, en el sentido que tanto profesores como estudiantes se encuentran en la mejor disposición de compartir y resolver inquietudes en ambas direcciones. Este tipo de sistema contribuye enormemente al desarrollo de las mentes que se dedican a la investigación, por lo que es altamente recomendable que más estudiantes tengan la oportunidad de asistir a este tipo de escuelas de verano, sobretodo estudiantes mexicanos, quienes en pocas ocasiones tenemos oportunidad de formar parte en eventos de este calibre.

Como mencioné anteriormente, el tema central de este año fue el Diseño de Mecanismos, a pesar de que este tema podría considerarse muy teórico, también es extremadamente relevante, ya que tiene muchas aplicaciones como lo son los algoritmos desarrollados para el análisis de mercados educativos, las subastas, o la solución de problemas donde se cuenta con información incompleta.

Al hacer un equilibrio y analizar los puntos antes expuestos, pude concluir que este tipo de experiencias, para un alumno de doctorado, son enriquecedoras en distintos sentidos. Se enriquece el intelecto al tener un acercamiento

con las mentes más brillantes en los temas de interés, se enriquece el espíritu al conocer otras culturas y otros modos de vida, y se enriquece la curiosidad al despertar interés en otras áreas de estudio o al alimentar el interés ya desarrollado en la propia.

Por todos los motivos antes expuestos, agradezco nuevamente a los Amigos Mexicanos de UHJ por permitirme formar parte de este extraordinario evento, y exhorto a otros estudiantes de Doctorado de áreas afines a la Teoría Económica a ser partícipes de esta experiencia, así como a seguir apoyando este tipo de proyectos que impulsen la investigación en nuestro país.