Bartolomeo I, popularmente conocido como el “Patriarca verde” fue nombrado como el líder espiritual de la ortodoxia cristiana, con aproximadamente 300 millones de seguidores, en noviembre de 1991. Desde entonces ha expresado su visión del resurgimiento espiritual, que consiste en la unión del mundo ortodoxo y la reconciliación cristiana; el entendimiento entre las diferentes religiones y la consciencia y protección ambiental, entre otros.

Bajo su liderazgo, el Patriarcado Ecuménico ha propiciado el diálogo inter religioso con el mundo musulmán y con la comunidad judía global. Bartolomeo I también ha impulsado y co patrocinado conferencias de paz internacionales que lidian con temas como el racismo y el fundamentalismo, a la vez que ha impulsado la tolerancia y respeto mutuo entre católicos, musulmanes, judíos y cristianos ortodoxos, particularmente en el Medio Oriente y el Mediterráneo.

De igual forma, el Patriarca Verde es un distinguido defensor del medio ambiente, activamente involucrado en temas ecológicos urgentes como la contaminación de las vías acuíferas a nivel internacional. Su reputación por sembrar la consciencia medioambiental le ha valido el Sophie Prize, la U.S. Congressional Gold Medal y muchos otros premios. Sus esfuerzos por promover la libertad religiosa y los derechos humanos, sus iniciativas para avanzar hacia la tolerancia religiosa entre las fes del mundo y su trabajo para la resolución de conflictos internacionales y la protección del medio ambiente, han puesto al Patriarca Ecuménico al frente de los visionarios, hacedores de paz y constructores de puentes del mundo.

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