Investigadores desarrollan un método para medir el impacto de la contaminación en el calentamiento global y así estar mejor informados acerca de lo que podeos hacer para combatir el cambio climático
Un equipo de científicos internacionales liderado por el profesor Daniel Rosenfeld de la Universidad Hebrea de Jerusalem encontraron una forma para saber los datos que faltan para entender la responsabilidad que tiene el hombre ante el cambio climático.
En el Diario de La Academia Nacional de Ciencias se publicó una nueva forma de determinar la velocidad de la corriente de aire ascendiente y medir el impacto de las partículas de aerosol en la creación de gotas gaseosas. Esta nueva metodología usa medidores de un satélite meteorológico que opera desde el 2012.
“El nuevo satélite meteorológico nos permite medir los efectos climáticos en una escala global, proporcionando una mejor evaluación de los procesos que afectan al calentamiento global.
Las emisiones de gas invernadero han sido reconocidas como las causantes del calentamiento global ya que se interponen en el proceso de radiación de calor de la tierra al espacio. ”El efecto invernadero se le ha atribuido a las partículas emisoras creadas por el hombre como el humo, polvo y otros tipos de contaminación atmosférica” explica el profesor Rosenfeld.
Muchos de los efectos climáticos de estas partículas llamadas “condensación de nube nuclear” vienen de su impacto en la vida de las nubes. Las nubes contaminadas contienen un gran número de pequeñas gotas que las hacen más brillosas. Estas gotas pequeñas tardan más en convertirse en gotas de lluvia lo que hace que las nubes sobrevivan más tiempo en su estado gaseoso, así reflejando más radiación solar del espacio.
Estas partículas sólo las pueden medir desde aviones o estaciones terrestres. Por esto ha sido difícil conseguir una visión global de la abundancia de las partículas contaminantes y sus propiedades. Por el otro lado, la velocidad con la que el aire llega a las nubes también es un factor determinante en la concentración de gotas pesadas en las nubes y también es muy difícil de medir a nivel global.
Con el nuevo satélite los investigadores abrieron la posibilidad de medir los dos factores previamente descritos que son indispensables para entender el cambio climático que ha sido incierto hasta ahora. Hasta ahora se estima que en el siglo 21 el calentamiento global va a subir entre 1.5 a 4.5 grados gracias a las emisiones creadas por el hombre. Esta incertidumbre ha causado un importante debate público acerca de las responsabilidades del hombre ante el cambio climático y cuáles son las acciones requeridas para atacar el problema.
El equipo internacional sigue trabajando para validar el satélite meteorológico, se espera que en el futuro los satélites puedan recaudar datos precisos para entender el calentamiento global en su totalidad y actuar de acuerdo a las necesidades reales.