Los investigadores descubrieron cómo utilizar la bacteria E. coli fluorescente para localizar minas terrestres.
Las bacterias han mutado recientemente para que ahora sean más sensibles y emitan un brillo visible a simple vista, eliminando la necesidad de escanear el suelo con rayos de luz láser.
Fuente: www.afhu.org
En 2017, investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén diseñaron E. coli mediante ingeniería molecular para emitir una luz fluorescente al entrar en contacto con vapores explosivos acumulados en el suelo sobre las minas terrestres. Esta luz se registró utilizando un sistema de escaneo basado en láser para que las minas pudieran ubicarse de forma segura desde lejos.
Ahora, en un estudio publicado en New Biotechnology, los investigadores describen cómo reemplazaron la proteína verde fluorescente en la cepa mutante de E. coli con luciferasa, una enzima que produce bioluminiscencia visible a simple vista.
“Para identificar eficazmente las minas terrestres y especialmente las minas terrestres antiguas que quizás ya emitan menos vapores tóxicos pero que aún pueden explotar, era importante para nosotros aumentar la sensibilidad del circuito de detección genética”, explicó el investigador Benjamin Shemer.
Estas bacterias diseñadas son “los sensores biológicos más sensibles para detectar rastros de explosivos jamás descritos”, agrega.
Para demostrar cómo funcionan, las bacterias recién mutadas se colocaron en pequeñas perlas poliméricas que se esparcieron por el suelo que contenía explosivos enterrados.
“La diferencia entre el suelo que contiene explosivos y el suelo limpio se puede ver claramente”, dijo el profesor Shimshon Belkin, quien dirigió el estudio. “La cuantificación de la señal mostró una reacción muy fuerte de las bacterias unas tres horas después de que se dispersaron en el suelo